Érase una vez, en un reino muy, muy lejano, todo era exuberante y verde. Los unicornios paseaban entre los árboles y los elfos y los humanos vivían pacíficamente en armonía con su entorno. Sin embargo, en algún lugar al borde de un claro medio oculto entre los árboles, oscurecido por un creciente velo de niebla en la brumosa penumbra de una cabaña curtida por el tiempo, una forma se acurruca sobre...[Read More]