En Reaper of Souls nada detiene a la muerte, con este estremecedor lema, Blizzard Entertainment lanza la primera expansión para su exitoso Diablo III, que viene cargada de nuevo contenido que detallaremos más adelante. Como el propio Jesse Mccree, diseñador jefe de contenido de Reaper of Souls, nos contaba en una reciente entrevista, el equipo de desarrollo tenía entre manos gran cantidad de nuevas características. Por ello contemplaron el lanzamiento de una expansión, ya que no tenia cabida en una simple actualización, ideada para pequeños cambios.
Y así fue como nació la idea de Reaper of Souls que nos sumergirá en una nueva parte de la historia que hará que nos enfrentemos a la propia Muerte. Pero no sólo incluirá un nuevo acto, si no que trae consigo un nuevo modo de juego, el modo aventura. Podremos meternos en la piel de una nueva clase de personaje, el Cruzado con un estilo de juego totalmente diferente. Además se añade una nueva opción de crafteo La mística, se aumenta el nivel máximo al que podremos subir al personaje, los nuevos contratos aleatorios que permiten a los jugadores un nuevo incentivo para explorar el mundo de Santuario. Estas son algunas de las novedades que esta expansión revolucionará Diablo III, o al menos esa será su intención.
Y es que recordemos que los inicios del videojuego no fueron nada fáciles, ya que hubo un descontento generalizado por parte de los seguidores de la franquicia que esperaban mucho más del nuevo título. A esto se le añade la polémica Casa de Subastas, cerrada recientemente con gran acierto. A pesar de ello Blizzard ha continuado añadiendo contenido y mejorando el ya existente a través de diversas actualizaciones, la última de ellas que ha permitido que muchos de los antiguos jugadores volvieran a interesarse por Diablo III. Es hora de averiguar si está expansión sigue los pasos y es capaz de enamorar a los más fanáticos.
Acto V, desafía a la muerte
Sin ánimo de desgranar la historia en exceso hay que hacer hincapié en este nuevo acto ya que supone una de las grandes novedades introducidas por Reaper of Souls. Cuando creíamos que habíamos librado a Santuario de los peligros que se cernían sobre esta, una nueva amenaza sacude el mundo. Porque aunque acabásemos con Diablo, el malo malísimo de la historia, y nos deshiciéramos de los demonios y un sin fin de criaturas infernales habrá que enfrentarse a un peligro totalmente inesperado.
El Acto V da un giro de 180º sobre lo que estamos acostumbrados a combatir en Diablo III, si antes nuestros enemigos provenían del Infierno y eran viles demonios, ahora cambian las tornas y tendremos que enfrentarnos a un Ángel y a sus huestes. Pero no será a uno cualquiera, sino que se trata de Malthael, Ángel de la Muerte, que en pos de librar al mundo del conflicto eterno intentará acabar con la humanidad y es nuestra tarea impedirlo. Con este nuevo actoiremos a una nueva localización, la antigua ciudad de Westmarch, un lugar mucho más oscuro y tenebroso con una estética algo diferente a las otras que pueblan Diablo III. En este sentido hay que reconocer el alto nivel de detalle de la ciudad, donde nos encontraremos cadáveres colgando de las puertas, puestos de venta ambulantes abandonados y un sin fin de pequeños detalles que le dan ese aspecto del que antes hablábamos y que dan un nuevo aire al videojuego.
Westmarch dará un toque más oscuro y tétrico al estilo artístico del juego
Algo que destaca y con creces en este Acto V es el gran dinamismo reinante y todo ello gracias al alto número de mazmorras que podremos encontrarnos en diferentes partes del mapa, además de la gran cantidad de eventos diferentes que hay esparcidos. Durante todo el modo campaña de Diablo III no es difícil encontrar mazmorras donde buscar nuevos e interesantes objetos y aprovechar para subir algún nivel, pero aunque no es difícil tampoco abundan, todo lo contrario que ocurre con esta expansión que introduce gran cantidad de opciones, entre eventos y mazmorras. Lejos de hacerse repetitivos, no sólo tendremos que enfrentarnos a tal o cual enemigo, que también, si no que habrámultitud de trampas que sortear para abrir los arcones y conseguir el objetivo que se nos plantea.
En cuanto al nivel de dificultad cabe decir que falta progresión, no en exceso pero si que empezamos el acto con una gran facilidad para deshacernos de nuestros enemigos, todo lo contrario de como acabamos el Acto IV y conforme avanza la historia por el nuevo, va aumentando la dificultad, pero no en igual grado. Toda la zona de Westmarch nos la pasaremos sin mayor pena ni gloria pero posteriormente habrá un cambio muy brusco en la dificultad que llama la atención. Evidentemente si lo jugamos en Tormento la dificultad de nuestros enemigos aumentará de manera considerable y no se apreciará tanto esta diferencia.
Llegamos al nivel 60 y no sabemos que hacer, eso no es problema porque con esta expansión se abren nuevas puertas, teniendo la posibilidad de subir hasta el nivel 70. Esto trae consigo nuevas habilidades para cada una de las clases de personajes que podemos elegir: Avalancha, Venganza, Epifanía, Pirañas y Agujero negro. Además al alcanzar el último nivel tendremos la posibilidad de utilizar una nueva habilidad pasiva, ya que se desbloqueará un nuevo hueco en el árbol de habilidades de nuestro personaje.
Nuevos enemigos desconocidos, hasta ahora, aparecerán en este quinto acto, criaturas comandadas por Malthael, además de algunos lugartenientes pero también nos encontraremos viejos conocidos que despertarán nuestra sed de venganza. Esto, unido a los nuevos eventos, a un mayor grado de personalización de nuestro héroe, que comentaremos más adelante, la posibilidad de subir más niveles o nuevas zonas que descubrir suponen un soplo de aire fresco para Diablo III.
Myriam, La Mística
Dos eran las formas de crafteo hasta ahora conocidas en Diablo III. Uno de estos artesanos, el herrero, nos permite forjar nuestras armas y armaduras, además de reciclar objetos. Por otro lado, otro viejo conocido es el joyero que permite combinar gemas y extraer las que se encuentren en nuestro equipo y no nos interese continuar llevando. Reaper os Souls trae una nueva artesana al juego, una muy diferente a lo que conocemos hasta ahora y que permitirá dar cierto toque de personalización ausente hasta el momento, tanto a nivel de personaje como de poder en nuestro armamento, Myriam La Mística.
El nuevo artesano que llega a Santuario, Myriam La Mística permite modificar nuestros objetos
Como con los anteriores artesanos, a Myriam la encontraremos durante nuestra travesía por el Acto V e igual que estos otros, tendrá dos funciones distintas. La primera de ellas, aunque pueda pasar desapercibida dentro de la montaña de cambios, nos será de gran utilidad. El encantamiento nos permitirá modificar un atributo no deseado de nuestro arma por otro diferente, de este modo podremos utilizar objetos que en un primer momento no sirviera para nuestra clase de personaje. El único inconveniente es que el nuevo atributo que nos otorgue la artesana no será de nuestra elección sino que será seleccionado de forma aleatoria por lo que puede que el resultado sea igual de inútil.
Por otro lado si estáis cansados de que el mejor equipo que encontréis para vuestra clase no sea estéticamente compatible entre si y básicamente vayáis al campo de batalla hechos un adefesio, Myriam tiene la solución con la segunda opción que nos ofrece. La transfiguración nos permite modificar el aspecto de un arma o parte del equipamiento por otro que ya hayamos descubierto previamente, el único limite es que el color se mantendrá como el original, además de que no se verán afectadas los atributos. Por supuesto, todo ello por un módico precio.
Lucha con la fuerza celestial del Cruzado
He aquí otra de las novedades de Reaper of Souls, El Cruzado, una nueva clase de personaje que estará disponible únicamente para aquellos que adquieran dicha expansión. Ideada como una clase polifacética, el Cruzado puede pasar sin mayor pena ni gloria al club de las clases menos utilizadas. Todavía es pronto para poder afirmar esto, pero es cierto que sus mecánicas de juego no sorprenderán a nadie y se asemeja demasiado a clases que ya conocíamos.
Comenzando con la historia de esta nueva clase, el Cruzado es un guerrero religioso cuya máxima es destruir el mal a través de la disciplina, el honor y la vigilancia eterna. Buscan impartir la justicia con su inquebrantable fe , pertenecientes a la orden de Zakarum lucharon tiempo atrás por aprisionar a Mefisto, Señor del Odio, bajo el templo de Travincal pero fracasaron en esta misión y ahora buscan redimirse extendiendo la paz por todo Santuraio.
Combinan la fuerza bruta con sus fuertes armaduras y enormes escudos que buscan protegerse a sí mismos y a los demás miembros del grupo, en su caso. Su fuente de poder es la fuerza, atributo que deberemos priorizar para sacar el máximo partido a esta nueva clase. Además utilizarán la cólera justa como recurso de su poder, generando cólera con cada ataque principal acertado y permitiendo así, utilizar habilidades todavía más devastadoras. Su equipamiento principal estará compuesto por un arma de una mano, generalmente manguales, mazos o incluso hachas, y por otro lado por grandes escudos, que serán iconos y principal baza del cruzado.
Así podemos ver al cruzado al iniciar esta nueva clase que introduce Reaper of Souls
Esta es la teoría pero en la práctica cuando jugamos con un grupo de gente, esperaríamos que el cruzado decantará la batalla a nuestro favor, siendo el que ocupará el rol de tanque con sus escudos y habilidades destinadas a tal efecto. Pero lo cierto es que en un principio peca de debilidad, y sino es el primero en morir es que el compañero de al lado también va con otro cruzado. Tal vez sea la falta de buenos objetos para el mismo o su falta de rodaje la que de esa sensación de debilidad. Habrá que esperar un poco para ver la evolución de esta clase y si finalmente cumple con la función que se espera de ella.
Modo Aventura
Y este sí supone uno de los grandes añadidos a Diablo III con Reaper of Souls, ya que como algunos jugadores han calificado puede considerarse como el nuevo Diablo. Una vez acabado el Acto V, y no antes, se desbloqueará el modo aventura que te permitirá deambular por todas las zonas de Santuario, gracias a que los transportadores entre actos estarán disponibles desde el inicio. Como ya hemos dicho, el usuario podrá explorar con total libertad cualquier zona del mundo de los diferentes actos y además estarán desbloqueadas de base todas las dificultades para no tener que pasarse este modo con cada una de las dificultades existentes.
Puede que os estéis preguntado que tiene de novedoso esto y porque da un nuevo sentido a Diablo III, pues porque ahí no acaba la cosa. Explorar y tener libertad esta muy bien pero el usuario necesita algo más y eso es precisamente lo que Blizzard ha intentado dar con el modo Aventura. En él encontraremos los contratos por si andáis algo perdidosy necesitáis un objetivo claro, y por supuesto queréis obtener recompensas más interesantes. Por otro lado están lasfallas nephalem, que serán totalmente aleatorias y darán ese tono más curioso al juego, ya que nunca sabrás a lo que te vas a enfrentar hasta no estar dentro de esta sección del juego, que igualmente te reportará grandes recompensas.
Entrando un poco más en lo que son los contratos, los encontraremos únicamente en este nuevo modo de juego, de manera totalmente opcional. Cada acto tendrá cinco contratos aleatorios que podremos seguir y consistirán en misiones de muy diversa índole, desde mazmorras a eliminación de un enemigo concreto, pasando por completar algún evento diferente. Cada vez que se inicie el modo Aventura se recibirán nuevos contratos para realizar. Una vez se haya conseguido resolver el contrato de forma satisfactoria los jugadores recibirán oro y experiencia, pero además un nuevo objeto entrará en escena, son las piedras de falla, que como su propio nombre ya deja entrever estarán íntimamente relacionados con la segunda de las características del modo Aventura.
Las recompensas por realizar todos los contratos que nos encontramos en el acto serán mucho mayores, además se han eliminado todos los diálogos, cinemáticas y partes de la historia que si aparecen en el modo campaña para no molestarnos en la búsqueda de enemigos. Esta nueva característica puede parecer a primera vista algo insignificante, pero una vez hecha una y otra vez la historia, poder jugar a eventos aleatorios, con nuevos objetivos y la obtención de importantes recompensas hacen recuperar el interés por jugar a Diablo III.
En el modo Aventura estarán todas las dificultades del juego desbloqueadas
Pero no nos olvidemos de las fallas nephalem, que nada tienen que ver con la festividad de los valencianos, si no que son la segunda característica de este modo Aventura y tal vez la que más destaca sobre el resto. Para poder acceder a las fallas necesitaremos las piedras de falla obtenidas en los contratos. Consisten en mazmorras aleatorias, y en este caso en el más amplio sentido de la palabra, ahora explicaremos porque, con una duración aproximada de 10 a 15 minutos y con unos botines muy surtidos.
Describir las fallas nephalem como aleatorias se queda cortas, difícil será si entras alguna vez en una igual. Como desde Blizzard aseguran se trata de romper las reglas y la verdad es que lo consiguen. Llevando las piedras de falla a una ciudad y dándole a un obelisco nephalem se generará una falla nephalem cuyos conjuntos de losas interiores y exteriores serán aleatorios, trazados aleatorios, iluminación y climatología aleatorias, monstruos aleatorios y un encuentro con un jefe final aleatorio. Cada una de ellas será, por tanto, diferente.
Otros cambios de interés
Por último y aunque no tengan un apartado propio hay que destacar algunas modificaciones y cambios que también ha traído consigo Reaper of Souls. El loot o la obtención de botín se ha visto mejorada, anteriormente conseguir un objeto raro que valiera la pena era toda una proeza, ahora sin embargo, el sistema ha cambiado y se ha rebajado la cantidad de objetos blancos que soltaban los monstruos. Esto hay que sumarlo a la desaparición de la Casa de Subastas, que aunque no ha sido eliminada por la expansión si se hizo en la actualización antecesora. Esta decisión es considerada como una de las más acertadas dado que antes el único modo de conseguir buen equipamiento era acudir a la Casa de Subastas, perdiendo así la esencia del juego. También hay que poner esta nueva mejora en coalición con la nueva artesana añadida, La Mística, dado que podremos hacer grandes combinaciones de objetos, como ya hemos comentado anteriormente.
Por otro lado también se ha modificado el nivel de looteo de las gemas, que ahora salen más refinadas y no será necesario recurrir al joyero tan a menudo para poder equipar a nuestros objetos con una gema que realmente merezca la pena.
Aunque hemos hecho referencia al nivel gráfico de Westmarch, sobre su aspecto más oscuro y temible que lo que Diablo III nos tiene acostumbrados, hay que destacar que a nivel gráfico continua siendo fiel a su estilo. Con un gran nivel de detalle y unos personajes muy bien definidos, además de que cuenta con una gran variedad estética. Por último no podemos acabar este análisis sin hacer referencia al sonido que sigue siendo uno de los puntos fuertes a nivel técnico. Con una banda sonora épica y que acompaña cada momento del juego de manera magistral se merece cuanto menos una mención honorífica.
Autora: Mónica García
Vía | eGAM3Rs