Steam ha implementado una nueva política para proteger a los jugadores de prácticas publicitarias invasivas. En una reciente actualización de la documentación de Steamworks, la plataforma prohíbe expresamente que los desarrolladores obliguen a los jugadores a ver anuncios o les ofrezcan recompensas por interactuar con publicidad dentro del juego.
La política establece:
“Los desarrolladores no deben utilizar la publicidad pagada como modelo de negocio en su juego, como exigir a los jugadores que vean o interactúen con anuncios para poder jugar o bloquear el acceso al contenido tras la publicidad. Si el modelo de negocio de tu juego depende de la publicidad en otras plataformas, deberás eliminar esos elementos antes de lanzarlo en Steam.”
Además, las nuevas directrices aclaran que los desarrolladores no pueden utilizar la publicidad como un método para ofrecer valor a los jugadores, como otorgar recompensas a cambio de ver anuncios.
Estas técnicas de monetización son habituales en los juegos móviles gratuitos, donde los jugadores suelen enfrentarse a la elección de ver anuncios para progresar o pagar para evitarlos. Algunos títulos incluso ofrecen ventajas dentro del juego como incentivo para ver publicidad.
Si bien Steam sigue apoyando modelos de ingresos más tradicionales, como contenido descargable (DLC), microtransacciones y compras directas, esta nueva normativa parece estar dirigida específicamente a los juegos gratuitos que dependen de la monetización mediante anuncios.
Más allá de la protección al consumidor, esta medida también podría tener el propósito de garantizar que los flujos de ingresos permanezcan dentro del ecosistema de Steam, evitando que los desarrolladores sorteen el sistema de reparto de beneficios de la plataforma.
Este cambio se suma a otras modificaciones recientes en Steam, como la introducción de advertencias automáticas para los juegos en acceso anticipado que no han recibido actualizaciones en más de un año. Además, en respuesta a nuevas regulaciones en California, Steam ahora deja claro que la compra de un juego otorga una licencia para jugarlo, en lugar de una propiedad absoluta sobre el título.
