Me gustaría empezar esta reseña con un pequeño aviso legal. Cuando se publicó esta reseña, los servidores de Payday 3 no estaban disponibles para nadie. Por suerte, escribí la mayoría de mis críticas antes de que éstos quedaran anulados, así que esto no afecta a mi opinión sobre este juego. Sin embargo, sí afectará a mi opinión, ya que el juego es inexcusablemente inaccesible para un título que exige un precio tan alto a los consumidores.
No tenía experiencia real con juegos anteriores de la franquicia, así que tenía curiosidad por probar el juego. El resultado fueron horas de diversión y experiencias inolvidables a raíz de los atracos.
Empezaré la reseña diciendo que el juego tiene un aspecto bastante decente. Aunque no parece muy exigente gráficamente, sí es cierto que a uno de mis amigos con una 1060 tuvo problemas con los tiempos de carga y las sombras. En mi RTX 2080 el juego funcionó a una frecuencia de imagen constante (60 FPS) sin ningún problema.
Desde mi punto de vista, el juego se ve un poco mejor que Payday 2, pero no mucho. No es que los jugadores vayan a prestar atención a los gráficos del juego mientras roban dinero de los bancos, etc., pero al menos se verán guapos mientras todo estalla.
Sin embargo, lo que más se nota es la falta de música. Payday 3 se percibe como muy vacío en este sentido y las pocas pistas musicales que hay disponibles para cada atraco parecen un poco monótonas y se desvanecen en el fondo. Desde luego, no destacan tanto como la música de Payday 2, que siempre pareció sobresalir en cada atraco y complementaba bien los escenarios, como descubrí después de probar también ese juego.
En general, la presentación del juego es pasable. Da la sensación de que ha hecho lo justo para ser considerado un título de nueva generación, marcando las casillas correctas donde hace falta. Si eso es bueno o no, depende de los ojos y oídos del espectador, así que lo dejaré así. En mi opinión, Payday 3 podría esforzarse un poco más en el departamento de la música de fondo con futuras actualizaciones para que los atracos resulten únicos e increíbles.
La verdadera razón por la que la gente ha venido a leer este análisis. La jugabilidad de Payday 3 sigue siendo tan hermética y exigente mecánicamente como siempre. Para los no iniciados, se trata de un simulador de robo en el que los jugadores asumen el papel de uno de los muchos criminales equipados para un atraco con el fin de robar dinero de un banco, robar recursos valiosos de un camión blindado, robar cuadros valiosos de una galería de arte, etc.
Los atracos pueden realizarse de dos formas: puedes llevarlos a cabo en secreto, o puedes enfrentarte con las armas en ristre a las fuerzas especiales desplegadas por la policía. El trabajo en equipo es crucial en ambos escenarios, ya que los jugadores deben vigilarse constantemente las espaldas unos a otros mientras buscan cámaras y guardias o eliminan enemigos.
Antes de hablar de los disparos en los atracos, quiero decir que no hay sensación más satisfactoria que llevar a cabo con éxito un atraco sigiloso con un compañero de equipo, en el que, gracias a la pura coordinación, entráis rápidamente en el edificio que queréis robar y os lo lleváis todo de las narices de los guardias de seguridad.
Aun así, no hay nada como ponerse las icónicas máscaras y disparar a algunos policías y fuerzas especiales, y me encanta el manejo de la mayoría de las armas. La única excepción son las escopetas, ya que parecen demasiado lentas y descuidadas y no son tan potentes como cabría esperar, ni siquiera a corta distancia. El resto de las armas que puedes comprar con el dinero robado merecen sin duda la pena, y cada atraco con éxito te hace ganar más niveles, lo que significa que puedes comprar y jugar con más armas. El bucle de juego es adictivo y merece la pena volver a jugarlo con diferentes equipamientos.
Sin embargo, también tengo que decir que este juego estaba plagado de errores y problemas de rendimiento incluso antes de que se destruyeran los servidores. Payday 3 fue el primer juego en mi memoria reciente en el que vi enemigos corriendo por las paredes, podía ver a través de puertas cerradas e incluso tenía la posibilidad de disparar bajo el suelo.
Creo que la peor parte también tiene que ver con la mala optimización en el PC. Como era de esperar, mi amigo con la 1060 experimentaba constantemente problemas de sincronización y desconexiones aleatorias. Incluso hubo un momento en que fue «clonado» por el juego, negándonos la posibilidad de reiniciar el mapa aunque los tres hubiéramos votado SÍ.
Hablando de problemas de conexión, hubo muchos momentos en Payday 3 en los que se nos asignaron jugadores fantasma o en los que el juego no cargaba en absoluto la misión en la que intentábamos cargar. Las pocas veces que el juego funcionó fueron divertidas, pero parecían escasas en comparación con las otras ocasiones en las que siempre fallaba algo con la IA enemiga o con todo lo demás.
Aún así, sospecho que algunas personas ven este desasosiego del juego como parte de su encanto, y una vez que el juego vuelva a estar en línea, la gente seguirá realizando atracos e intentando conseguir el sigilo, incluso cuando las cosas se les vayan de las manos sin tener culpa de ello. Sigo pensando que pasarán unos cuantos años más de actualizaciones de contenido antes de que vuelva a retomar este juego.
Payday 3 despertó inicialmente mi interés por la serie Payday. Por desgracia, me perdió igual de rápido debido a su inquietud y a sus problemas online (que parece solucionarán esta semana el emparejamiento y las consecuentes colas). Tal vez cambie de opinión cuando se actualice la experiencia, pero por ahora pasaré a otra cosa.
