La muerte de zombis ha sido una parte fundamental de los videojuegos durante décadas. Los muertos vivientes son un enemigo perfecto para los videojuegos: se acercan lentamente en grandes cantidades, se aplica la violencia y se repite hasta que la horda se reduce o el jugador es eliminado. Dead Island 2 es una secuela del juego de 2011, Dead Island y el juego de expansión DI: Riptide de 2013, que hace mucho para intentar exigir a los jugadores que se lo piensen dos veces. Aunque todavía habrá acribillamiento de muertos en grandes cantidades, Dambuster Studios toma varias medidas inteligentes para evitar que los jugadores den por sentados a sus residentes no muertos. A veces, eso es tan sencillo como hacer que los enemigos suban de nivel junto con el jugador, de forma que nunca estés a más de 4 o más golpes sólidos de la muerte, incluso del más humilde de los Caminantes. Pero también hay toques más holísticos, ya que Dambuster hace horas extras para convertir el escenario del juego en un enorme patio de trampas y peligros por el que los jugadores deben navegar y del que deben aprovecharse a partes iguales.
En Dead Island 2, la acción se desarrolla en los alrededores de Los Ángeles afectados por el brote, desde las mansiones de Bel-Air hasta las ruinosas atracciones del muelle de Santa Mónica, pasando por estudios de cine, escaparates de Venice Beach y el inevitable nivel de las alcantarillas. Aunque el juego no tiene una isla, la entrada a la ciudad de Los Ángeles es una elección inspirada. Dead Island 2 presenta una imagen magnífica y sangrienta de Los Ángeles, llena de lugares emblemáticos y decorados brillantes que contrastan muy bien con el horror de las calles. El escenario importa porque Dead Island 2 lo convierte en un asunto mortalmente serio, gracias a una sólida y detallada serie de peligros ambientales que han llenado la ciudad asolada por el desastre hasta los topes con cables eléctricos que se arquean, incendios furiosos y charcos de ácido cáustico burbujeante.
A veces, estos elementos forman sencillos rompecabezas: el agua está propagando electricidad, así que tu resistente superviviente tiene que encontrar la forma de apagarla o arriesgarse a quedar frito. Pero también se han esparcido generosamente por las partes más abiertas del mundo del juego, invitando al jugador a colocar trampas o cuellos de botella para hacer frente a las hordas de muertos vivientes. Incluso al final del juego, sigue siendo satisfactorio atraer con éxito a una multitud de amenazas problemáticas hacia un charco de ácido o un charco de gasolina; la adición de «Bolas de Curva», granadas ilimitadas que funcionan con un tiempo de reutilización, permitiendo al jugador modificar el entorno con una variedad de efectos, aumenta la diversión.
Queda mucho por arreglar
Porque donde Dead Island 2 tiene defectos (aparte de algunos problemas técnicos que experimentamos antes del lanzamiento: zombis que aparecen de repente aquí o allá, algún fallo ocasional en la detección de golpes, que por lo demás es sólida), es en aspectos endémicos de su género. Es decir, se trata de un gran juego con grandes mapas, y grandes dificultades para encontrar motivos para explorarlos fuera de la estructura básica de búsqueda «Ve allí, mata aquello». No es que el juego no tenga recompensas en el bolsillo: Nuevas habilidades para su sistema de construcción de personajes basado en cartas; nuevos planos para modificaciones de armas; y, cuando todo lo demás falla, nuevas armas con números ligeramente mayores que las que probablemente ya tengas, saliendo de sus piñatas de gente podrida.
Pero el juego tiene que repartir estas cosas durante un periodo de tiempo tan largo que nada puede parecer realmente significativo o que cambie el juego; no hay nada tan frustrante como romperse el culo y correr por media ciudad para encontrar un tesoro legendario, sólo para que sea una espada que ni siquiera es tan buena como la que llevas ahora. (Es una pena; estas misiones de «Lost & Found», que minimizan la ayuda manual y se centran en la resolución de puzles reales, son lo más interesante que se puede encontrar en el diseño de las misiones del juego).
Futuro prometedor
Es de suponer que todo esto se mejore, al menos en parte, con el modo multijugador; hicimos nuestro viaje por el Infierno-A en la campaña para un jugador del juego, pero no es difícil imaginar que todo iría mucho mejor con algunos amigos. (También podría aislarte un poco de la historia del juego, que es útil y no mucho más; cuando intenta hacer sátira de la venalidad de los ricos ociosos, la cultura de los influencers, los farsantes de Hollywood, etc., te aseguramos que no es nada que no hayas visto un millón de veces antes, tanto en proyectos basados en zombis como en otros).
Pero incluso solo, hay un núcleo de diversión en Dead Island 2 que surge de su mezcla de emoción sin sentido y acción ocasionalmente reflexiva. Cuando la horda se te echa encima y tienes que tomar decisiones en fracciones de segundo para mantenerte con vida -intercambiar armas, esquivar trampas, desencadenar reacciones en cadena de explosiones o descargas eléctricas-, el juego hace que la matanza de zombis se sienta fresca de nuevo. No es poca cosa en 2023.
