Cuando leáis estas líneas estará disponible la nueva actualización para Guild Wars 2, titulada «Unidos por la Sangre». Este episodio arranca la nueva temporada (o «saga», según la terminología impulsada por Arenanet) de mundo viviente, «Sangre y Hielo», desvelada durante el pasado PAX.
A continuación os mostramos algunos de los aspectos más destacados del nuevo parche.
AVISO: esta entrada contiene spoilers importantes sobre la historia previa (pero no sobre la narrativa del nuevo capítulo).
Arenanet califica el nuevo contenido como «prólogo» (en vez de «episodio 1»), pero a nivel de contenido, no encontramos enormes diferencias con las entregas anteriores.
La acción se centra en un nuevo mapa que nos traslada hacia el lejano norte, al Valle de Grothmar, territorio originariamente Charr situado junto al lago que fue el último lugar de hibernación de Kralkatorrik antes del presente ciclo de activación de los Dragones Antiguos. Las legiones Charr han decidido reunirse en este lugar emblemático para celebrar la derrota del Dragón de Cristal. En el evento participan no solo las legiones de Hierro, Ceniza y Sangre, sino también la Legión de la Llama, en un aparente intento de restablecer relaciones.
A nivel narrativo, uno de los objetivos de la nueva saga es profundizar en el trasfondo de las razas que menos relevancia han tenido en la historia hasta el momento: Charr y Norn. En este capítulo el enfoque se centra en los primeros. Los desarrolladores nos comentan que se ha prestado mucha atención al detalle, de manera que para quienes jueguen con un personaje Charr, ciertos diálogos e interacciones serán distintos en función de la Legión a la que pertenezca.
Respecto a los escenarios, el nuevo mapa resulta vistoso y colorista, con marcados contrastes entre las metálicas instalaciones Charr (como la fortaleza de la Legión de Sangre) y las densas arboledas de la región. Encontraremos también otros biomas, como un gran pantano en la zona nororiental o los restos de la corrupción de Kralkatorrik, si bien algo modificados…
Desde el punto de vista de la jugabilidad, el mapa introduce algunos cambios sobre el esquema clásico de Mundo Viviente, que, la verdad, se agradecen. Desaparecen los corazones repetibles, centrándose la acción entorno a eventos de mundo abierto, y, principalmente, cuatro meta-eventos que se suceden cada media hora, uno por cada legión Charr. Por ejemplo el de la Legión de Hierro es el concierto que pudimos ver en el trailer de la PAX, donde nuestro cometido será ir resolviendo todo tipo de incidencias para que el espectáculo pueda continuar. Muchos de los eventos representan actividades o mini-juegos de carácter festivo, como un concurso de tiro o una batalla entre coches de choque.
Otros elementos habituales en los episodios de Mundo Viviente se mantienen: una moneda específica del mapa (en este caso es un ingrediente de cocina), misiones diarias, colecciones, búsquedas de tesoro, todo ello acompañado de multitud de logros. Vuelven a su vez los puzles de saltos con dos nuevos desafíos.
Debutan en este capítulo las misiones de ataque, un nuevo tipo de contenido instanciado para un máximo de 10 jugadores, que pretende servir de puente entre mundo abierto y fractales e incursiones. Existen dos alternativas para acceder a la misión (una vez completada la historia), de forma similar a cómo accedíamos a la arena del reciente festival celebrado en Hoelbrak: uniéndose a un grupo aleatorio o como un equipo predefinido. La primera de estas misiones nos enfrenta, tras superar un puzle de saltos (basta con que lo haga uno de los jugadores) a un monstruo de hielo. En una primera impresión preliminar, el contenido se nos antoja muy sencillo para jugadores experimentados acostumbrados a las incursiones, por lo que difícilmente cubrirá las necesidades de éstos.
En el apartado de recompensas, además de las habituales minis, tónicos, títulos, etc. destacamos: varias decoraciones para nuestra sala de clan (algunas de ellas muy vistosas, como una plataforma que levita), un nuevo /emote, un casco diseñado específicamente para personajes Charr, varias armas inspiradas en las distintas legiones, unas hombreras que resultarán reconocibles para los veteranos del GW original e incluso una camiseta (con varios canales para tintes). Algunas de estas recompensas se obtendrán directamente al completar el contenido, mientras que otras serán aleatorias y procederán de cofres de recompensa por los meta-eventos o las misiones de ataque. En caso de que no tengamos suerte con estas últimas, existirá la opción de obtenerlas a través del vendedor mediante la moneda del mapa.